Un beso, cómo bala al pecho...: Odio los jueves.

jueves, 15 de abril de 2021

Odio los jueves.

Odio tu recuerdo de los jueves.

Odio mi entusiasmo reprimido porque, desde hace un par de meses, los jueves han perdido el magnífico significado de tu existencia alrededor de la mía, o de mi alma entregándose a la tuya.

Odio tanto despertar en jueves y saber desde el primer segundo que la posibilidad de verte es cero, ya que no sé si estoy lista para volver a verte un jueves y actuar como si nada, no sé si podría estar frente a ti, viéndote a los ojos sin romper en llanto por el recuerdo de los 43 jueves entre tus manos.

Odio tantas cosas que acompañan al jueves que no entiendo como tanto sentimiento negativo puede vivir en mí sin matarme, aunque realmente siento que el problema es la aberrante idea de los jueves sin ti.

Odio la idea de enamorarme de una persona, odiaba la idea de enamorarme de ti, ahora odio la idea de dejar de estarlo, porque siento miedo de perderme en pensamientos por seguirte queriendo.

Odio que, al pasar de las horas en mi día, la idea de verte se queda presente y no se inmuta; a esta idea con consciencia propia no le interesa el daño que podría causarle al corazón que aún siente estar enamorado, pero, que se confunde fácilmente entre estar enamorado de la persona que eras y la idea del amor.

Odio que solicites tanta atención de mi parte teniendo a gente a tu alrededor cada día de la semana queriendo darte la suya, no siempre entiendo a las personas y tú has dejado de serlo, creía entenderte y conocerte, ahora no entiendo tu amorfa existencia tan plagada de atención y halagos que no soporta que un solo ser en la tierra no te hable como lo deseas.

Odio sentir que los jueves me asfixian y que mis lágrimas suplicantes gritan por querer desbordarse a todas horas del día, sintiendo que mis ojos se inundan de una vista nublada, convirtiéndolos en océanos con una tormenta que refleja el dolor de un alma intranquila.

Odio que al llegar la noche del jueves yo no estoy contigo y tú, con tu arrogante existencia, no me pides estarlo, teniendo que acabar el jueves entre lágrimas y alcohol para poder conciliar el sueño, abrazando una almohada que me hace recordar tu torso y mi cabeza recostada sobre algo que debería ser tu pecho, pero, al no darme el mismo sentimiento de tranquilidad trae el océano con la tormenta de vuelta.

Odio despertar el viernes y sentir que el día anterior ha sido una pesadilla que me ha dolido tanto y se ha sentido tan real como saber que en unos días viviré un jueves más sin ti, y que me faltan muchos más así, y no hay nada en la tierra que pueda hacer que me olvide de esos jueves entre risas, pláticas y trasnochadas que me daban la felicidad que me faltaba y que ahora han dejado un hueco que he decidido llenar de odio hacia un día sin culpas ni responsabilidades, pero, que me hace eco en la mente cada miércoles y me ha dejado un espacio en la semana.

Odio los 11 jueves que no te he visto y odio, de antemano, los 37 restantes que tampoco lo haré, porque no puedo, ni quiero, porque no estoy lista y porque de estarlo tampoco sería lo mejor.

Odio que a pesar de tanto dolor jamás te lo diré y tú jamás lo sabrás, porque para ti los jueves son solo eso, días de la semana que pasan sin mayor importancia, días normales como el resto, días que inician y acaban sin una real importancia…igual que este texto.

1 comentario: