Mirarte, día a día, contemplando la maravilla que significa tu existencia, deseando detener el tiempo, para mantener infinitamente en mi lóbulo temporal la imagen más hermosa que la vida me pudo brindar, tener en mi por siempre el sentimiento de conocerte por primera vez, y olvidar por más de un segundo el miedo de no perderte después.
Besarte, de noche, de día o de tarde, recorrer beso a beso la longitud exacta de tu ser, uniendo la constelación que forman tus lunares, para al fin, descubrir mi universo en tu piel, convertirme en habitante perpetuo de tus caderas y ahí por el resto de mi existencia permanecer.
De todos los verbos existentes, en nuestro idioma, podría describirte letra a letra lo mucho que me fascina tu existencia, lo encantado que me tiene tu aroma, la felicidad que me causa compartir el mismo espacio temporal contigo, de todas las opciones que podría elegir preferiría una en especial, convirtiéndote en musa eterna, sin nombre ni sombra, sin huella y sin esquema, ni un estereotipo que juzgar, sin un pasado que recordar, sin la más mínima posibilidad de casualidad de confusión al transitar, pudiendo elegir entre soñarte, mirarte y besarte, prefiero tenerte, sin hablar posesivamente, no deseo en ningún sentido poseerte, a menos que tu cuerpo me bien interprete, anhelo con toda el alma hacerte mía eternamente, y la única forma de cumplir mi objetivo es versarte, muy delicadamente, versarte, poniendo comas en cada punto suspensivo de tu ser, versarte, denotando las caricias que tu abdomen solicita, versarte, sintiendo tus miedos a flor de piel, versarte, con tu fortaleza sin medida, versarte, entera y con todo el mérito que tu belleza en verso conlleva, besarte como punto final, y amarte por toda una eternidad.
GRACIAS, por darte el tiempo para leerme.♥
Sonríe, la vida es bella.♥