Un beso, cómo bala al pecho...: diciembre 2017

viernes, 22 de diciembre de 2017

Divagando.

Las cosas, las personas, los sentimientos…todo…cambia, supongo que es lo que nos está pasando.
Son tiempos difíciles hasta para el amor, son momentos angustiantes para los enamorados que se encuentran lejos por una u otra razón, por “lo complicado”, por “la indecisión”; no se puede vivir así, no se puede seguir así.

¿Sabes?
Estoy harta. Estoy cansada de escuchar una y mil veces la misma historia en la que el amor triunfa porque es muy sencillo igual que en los malditos cuentos de las tontas princesas, que a los 14 años encuentran al amor de su vida y no dudan en ser bien intensas y cambiar su voz por un par de piernas, o sacrificar su reino por un niño bonito. Estoy harta de que las personas califiquen de caballerosidad lo que les conviene y de acoso lo que no. Estoy harta de que las mujeres no puedan llevarle flores a un chico sin que éste se sienta incomodo porque “el hombre es el que debería hacer eso”; a la mierda lo que deberían hacer los hombres, se llama INICIATIVA y ya.

Estoy cansada de recorrer las calles y sentirme tonta, odio caminar, y más que caminar, odio a la gente que se aglomera a media banqueta sabiendo que hay más personas que quieren caminar…me siento una especie de ser pequeñito gritando -HOLA, ¿PODRIÁN MOVERSE A LA MIERDA? ¡QUIERO PASAR, HIJOS DE PUTA! -.

Estoy fastidiada de que todos actúen como si no creyeran en el amor, de que vayan por las redes sociales publicando que jamás volverán a amar, pero que vayan por la vida con el corazón por delante y un puñal en la espalda, eso es lo que hace esa gente, se enamora de las apariencias, pero, cuando la realidad es otra, se hacen las víctimas y se van, derraman mares de lágrimas argumentando que “jamás te conocieron bien”.

Y si aún no me entiendes, porque estoy divagando, deberías saber hasta este punto que estoy harta, harta, maldita sea, ¡HARTA! Harta de querer salir corriendo a media noche porque necesito de un abrazo, harta de odiarte por el solo hecho de estarte queriendo tanto, harta de no sentirme completa todos los días porque no he tenido uno de tus besos, cansada de fingir que no te necesito y que siempre estoy mejor sin ti, cansada de joderme la vida yo sola, cansada de llorar por mis decisiones que hacen parecer mi vida un desmadre, cansada de no saber expresarme sin papel, fastidiada de esta obsesión que tengo con tus ojos, fastidiada de anhelar tus labios.
Estoy harta. Harta de ti y del vacío que me llena la recámara, cuando lo único que tengo tuyo lo llevo en el alma.



No sé si aquí termina la declaratoria o mi vida, no sé si aquí termina mi amor, no sé si aquí queda mi hartazgo. Solo sé que te amo y que agradezco que existas, mi amor.